Si eres de esas personas que ni en vacaciones son capaces de estarse quietas; o mejor dicho: si incluso en vacaciones solo descansas cuando te cansas, Lisboa es el destino ideal para ti. Tanto si prefieres perderte en los senderos de trekking de Monsanto o correr junto al río Tajo, los escenarios para practicar varias modalidades al aire libre son siempre encantadores. A estos se añaden varias piscinas municipales semiolímpicas donde podrás dar unas brazadas cuando el mar no lo permite. Hay clubs de fútbol y de rugby con entrenamientos abiertos; varias marismas y centros náuticos donde hacer un curso de submarinismo o un bautismo de vela; y considerables centros ecuestres donde podrás conocer mejor la magnífica raza lusitana y mejorar tu postura en un picadero.
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