Conoce el gigante de piedra que atraviesa Lisboa y que tanto contribuyó a su desarrollo. Dio agua a generaciones de lisboetas y resistió al gran terremoto de 1755.
Una de las imágenes más icónicas de Lisboa, el acueducto de Águas Livres llevó desde 1744 agua fresca y potable a toda la ciudad. Construido durante el reinado de D. Juan V, responsable de muchas obras importantes, el ambicioso proyecto barroco y neoclásico tiene más de 14 km de largo. La cara más visible de este monumento magnífico es el acueducto de Alcântara que cruza todo el valle. Con 21 arcos de cañón y 14 arcos ogivales, el gran arco que cruza la ribeira tiene 65 metros de altura y 29 metros entre pilares, lo que lo convierte en el mayor arco ogival del mundo. Muchos arquitectos e ingenieros trabajaron en la construcción de este coloso incansable que funcionó hasta 1968, cuando fue desactivado. Se puede reservar un paseo por el acueducto, una forma única de conocer este monumento.