La Basílica de la Estrela es parada obligada en Lisboa. Además, es también parada del tranvía 28. Dos de las cosas que debes hacer en la ciudad están aquí, en el barrio elegante con uno de los jardines más bonitos de la capital. La iglesia neoclásica del s. XVIII merece toda tu atención. Sus campanarios repican de forma fascinante y sus pinturas de Pompeu Botoni y Pedro Alexandrino acentúan lo barroco de su interior. Réplica del Convento de Mafra, es también resultado de una promesa de la reina Dña. Maria I, que deseaba un hijo varón. Su enorme cúpula blanca marca el perfil de la ciudad. Y el interior, decorado con mármoles de colores alberga la magnífica tumba de esta reina, así como un belén único de Machado de Castro, con 500 piezas de corcho y terracota. Déjate deslumbrar en la Estrela.