En esta obra emblemática del Estado Nuevo, firmada por el arquitecto Pardal Monteiro, podemos admirar ocho pinturas al fresco (dos trípticos y dos composiciones aisladas), además de pinturas murales del maestro Almada. Consideradas obras maestras de la pintura portuguesa del siglo XX, datan de 1944 y evocan la epopeya marítima de los portugueses en los siglos XV y XVI y escenas cotidianas lisboetas.
Horario: Visitas guiadas sujetas a reserva previa, de lunes a viernes, por teléfono o correo electrónico indicados
Precio: Gratuito.
Construida entre 1934 y 1938, esta iglesia, diseñada por el arquitecto Pardal Monteiro, presenta un vasto conjunto de vitrales, trabajo en mosaico y hierro forjado de Almada Negreiros. Debajo de la entrada principal, en el coro, destaca el vitral de la Santísima Trinidad. También es del maestro la decoración de las naves laterales, del baptisterio, de la Capilla de Nossa Senhora da Piedade y de seis altares secundarios. Además de los vitrales, diseñó los mosaicos.
Horario: 8.00 – 19.45.
Precio: Entrada gratuita.
Diseñada en estilo modernista por el arquitecto Pardal Monteiro, esta fue una obra del régimen encargada para impresionar a quien partía y a quien llegaba a Lisboa en los paquetes de lujo. En el atrio del segundo piso del edificio, seis paneles de Almada dan alma a dos altas y extensas paredes paralelas. Igual que con la Estación Marítima de Alcântara, el maestro se inspira en la vida del mar y retrata vendedoras de pescado, marineros, pescadores y también gente que parte y que se queda a bordo de un navío.
Horario: Visitas guiadas sujetas a reserva previa, de lunes a viernes, por teléfono o correo electrónico indicados.
Precio: Entrada gratuita.
De inspiración neogótica, esta iglesia fue diseñada en 1964 por el arquitecto Vasco Regaleira. Por detrás de los altares laterales, en direcciones opuestas pero fronterizas, descubrimos vitrales de Almada Negreiros que se inspiran en el Santo Condestável, un santo guerrero portugués. A través de la formas y jugando con la luz, el maestro consigue transmitirnos, a través de la figura mítica de este caballero medieval, la dualidad humana y su vocación divina.
Horario: Todos los días de 8.00 a 19.30.
Precio: Entrada gratuita.
Ejemplar raro en la obra de Almada Negreiros, el revestimiento con azulejos de este edificio, que fue propiedad de la Companhia dos Caminhos de Ferro Portugueses (Ferrocarriles portugueses), se colocó durante unas obras de reforma, iniciadas en 1952. Producidos en la famosa Fábrica Viúva Lamego, estos azulejos presentan un patrón repetitivo y ondulatorio e introducen, en la arquitectura despojada de un edificio típico del Estado Nuevo, una nota de irreverencia.
En 1956, Almada Negreiros decoró esta escuela con dos paneles murales. Ambos situados en el interior del edificio, se inspiraron en la temática de la enseñanza. En la pared de las escaleras de acceso al cuarto piso se sitúa un panel que representa un grupo de alumnas en una aula de geografía. Cerca del gimnasio, encontramos otro fresco, con niños con uniforme de gimnástica haciendo ejercicio. Lejos de ser meramente figurativas, estas obras reflejan la pluralidad que el maestro siempre exaltó en el ser humano.
El edificio de la Facultad de Derecho de la Universidad Clásica de Lisboa, el primer de un conjunto de tres proyectados por el estudio del arquitecto Pardal Monteiro, data de 1957. Encargado para decorar sus fachadas, Almada Negreiros eligió una técnica de dibujo inciso. La pared lateral izquierda hace alusión a la filosofía del derecho y del Estado, desde el Código Babilónico de Hamurabi a Platón, San Agustino y al derecho romano. La pared lateral derecha está reservada a la historia del derecho portugués, donde se representan unos veinte jurisconsultos portugueses de varias épocas.
Se trata del segundo edificio de un complejo de tres en el que Almada Negreiros intervino. Usando la misma técnica que aplicó en el edificio de la Facultad de Derecho, la del dibujo inciso, el maestro homenajea a varias figuras de la literatura portuguesa y universal, de Camões a Cervantes. Como dibujos animados, en la fachada de este edificio desfilan marcos referentes al Renacimiento, al racionalismo y a la ciencia experimental. A la derecha, encontramos un espacio dedicado a la historia y a la cultura portuguesas.
Almada Negreiros recibió, con 32 artistas más, una invitación para realizar los dibujos de tres tapicerías, en técnica de esgrafiado sobre mármol, y un panel de azulejos de revestimiento para la fachada norte de este edificio, inaugurado el 1959. Las tapicerías y el grafito se encuentran en el primer piso, al nivel de la planta baja, donde se sitúa un gran salón. Pero el panel de piedra, inciso en oro, es quizá la obra más impactante de este impresionante conjunto de piezas.
En el tercer edificio de la tríada que constituye la Cidade Universitária, en Lisboa, concluido en 1961, Almada Negreiros mantiene la técnica del dibujo inciso y de este modo busca la simbología de los mares, de las estrellas y del mundo, eterno misterio por desbravar. En esta evocación se exaltan los descubrimientos portugueses, la audacia de un pueblo con alma de viandante. Motivo de orgullo y de inspiración.
Encontramos aquí una de las obras más conocidas de Almada Negreiros, el óleo sobre lienzo «Maternidad» (1935), tema ampliamente explorado por el artista. Además de esta pieza fundamental, el polo de arte moderno del Museo Calouste Gulbenkian expone al público el dibujo para la portada del n.º 1 de la revista Contemporânea, un ejemplar de Sudoeste – Cadernos de Almada Negreiros de 1935, el catálogo de una exposición individual realizada en 1952 y una antología de inéditos de autores portugueses contemporáneos ilustrada por el maestro.
Horario: 10.00 – 18.00. Cierra los martes.
Precio: Colección del fundador y colección moderna: 10 €.
Descuentos: un 50 % a los visitantes hasta 30 años y a partir de los 65 años; un 20 % con Lisbon Card, Lisbon Sightseeing y Cartão Ciência Viva. Entrada gratuita: domingos a partir de las 14.00; menores de 18 años acompañados de un adulto; acompañantes de personas con incapacidad o movilidad reducida.
En el atrio del edificio principal de la Fundación Calouste Gulbenkian, podemos admirar la gran obra de Almada Negreiros «Empezar», un extenso panel de 1287 cm x 231 cm de piedra calcárea con trazado geométrico inciso policromado. «Empezar» data de 1968 y revela la fascinación del maestro por la geometría, esa «especie de perfección», el lenguaje del futuro, símbolo de la inteligencia humana. En el final de las escaleras que dan acceso a los varios auditorios, encontramos dos largas tapicerías, bajo el título «Partida de emigrantes» y «Domingo lisboeta», que reproducen los frescos realizados para la Estación Marítima Rocha de Conde de Óbidos. Al lado del Grande Auditorio se encuentra otra tapicería, de 1953, que representa un artista y un modelo.
Horario: Todos los días de 10.00 a 18.00.
Precio: Entrada gratuita.
En ocasión de los 100 años del nacimiento de Almada Negreiros, se inauguró esta construcción en hormigón, revestida en azulejos, con impresión informatizada de los elementos figurativos de autoría del escultor Leonel Moura. En ella se representa la figura del maestro, asociada a su fase futurista, que lo consolidó como referencia de ese movimiento en Portugal. Con el título «Alma moderna», esta obra puede apreciarse en la Avenida Engenheiro Duarte Pacheco.
En la zona que da acceso a la línea roja de la estación de metro de Saldanha, se reproducen elementos de carácter literario y plástico de Almada Negreiros, con intervenciones plásticas del arquitecto José Afonso de Almada Negreiros, hijo del maestro Almada Negreiros. En este proyecto, de autoría del arquitecto Germano Venade, se utilizan azulejos originales de la Fábrica de Cerámica Viúva Lamego.
Horario: Todos los días de 6.30 a 1.00.
Precio: Billete simple: 1,45 €
Se trata de una escultura de autoría de las arquitectas Catarina y Rita de Almada Negreiros, netas del maestro Almada Negreiros. Se inauguró en 2013, en ocasión de los 120 años de su nacimiento. Denominado «Reminiscencia de Almada», es un monumento erigido en acero corten con 9 m x 4 m, que reproduce el famoso autorretrato «Autorreminiscencia», en tinta china. Está situado en Ribeira das Naus, en frente al Tajo, que tanto inspiró al artista.
En el atrio del edificio donde funciona el Tribunal de Cuentas, en Lisboa, se pueden admirar dos tapicerías ejecutadas por Almada Negreiros. Las piezas reciben el nombre de «El contador» y «El número». Esta última revela una de las pasiones del artista: la matemática y, asociada a esta, la geometría, terreno que considera próximo a lo sagrado, desafío para quien, a través del arte, quiere desvelar la esencia de las cosas y, en particular, lo que ha de llegar.
Horario: Días laborales de 9.00 a 17.30.
En la antigua sala de audiencias del Tribunal de Cuentas en el edificio de la Praça do Comércio donde funciona el Ministerio de Hacienda portugués, se encuentran los óleos sobre lienzo «La recepción por la Reina D. María II del Duque de Ávila, que le lleva el Decreto de la Creación del Tribunal de Cuentas» y «La creación por decreto del Nuevo Tribunal de Cuentas». Encargadas a Almada Negreiros expresamente para la decoración de esta sala, estas dos obras datan de 1958. Ambas hacen alusión a la creación del Tribunal de Cuentas, el 10 de noviembre de 1849.
Horario: Visitas solo por reserva previa.
Los patrones de azulejos que rodean las puertas de varios edificios de la Av. Gago Coutinho, en Lisboa, se atribuyen a Almada Negreiros, al haberse recuperado de su expolio dibujos que parecen ser los proyectos para estos revestimientos. Al dedicarse a este tipo de composiciones geométricas en azulejos, el maestro procuró crear módulos de patrones que pudieran crearse en serie. La aproximación a la industria demostraba su vasto entendimiento del arte, algo que encontraba fundamento en el pensamiento modernista, según el cual no existían artes menores.
Este café restaurante, normalmente asociado al poeta Fernando Pessoa, también era uno de los lugares preferidos por Almada Negreiros. Además, muchas veces se juntaban los dos a la misma mesa del restaurante e incluso figura que el último café que Fernando Pessoa bebió fue allí, en compañía del maestro, el 28 de noviembre de 1935. Dos días después, el poeta fallecía en el hospital de S. Luiz.
Horario: 7.00 – 23.00. Cierra los domingos.
Precio medio: 35€
Firmado por los arquitectos Nuno Teotónio Pereira y Bartolomeu da Costa Cabral, este edificio fue construido en 1956, fecha en la que Almada Negreiros ejecutó los dos murales de mosaico que le encargaron para su interior. En la entrada lateral, se situó la obra «Niños jugando», donde todas las figuras se inspiran en movimiento y, en el atrio de la entrada principal, encontramos la «Alegoría a la construcción», una composición que se inspira en la estética cinematográfica de la época. Este edificio es uno de los más destacados del movimiento moderno en la arquitectura portuguesa.
Si quisiéramos diseñar una ruta por los lugares donde el maestro Almada dejó marcas, el Teatro de S. Luiz no puede quedar fuera. El día 14 de abril de 1917, se llamaba entonces Teatro de la República y fue el escenario de la conferencia «Ultimátum futurista a las generaciones portuguesas del siglo XX», presentada por el artista. En este evento, que cien años después el Teatro Municipal de S. Luiz firmó con una serie de iniciativas, Almada Negreiros intentó reanimar la letargia lusitana. El efecto quizá quedó fuera de las expectativas del artista, pero dio mucho que hablar.
Horario: Todos los días de 13.00 a 20.00.