Las calles se llenan de bolas, estrellas y lazos coloridos y diversas fachadas exhiben decoraciones. También los escaparates adquieren una nueva exuberancia, compitiendo por mostrar cuál es el más creativo. Por no hablar de los tradicionales árboles de Navidad.
La magia de pasear por las calles de Lisboa en esta época del año se suma a los detalles imprescindibles del itinerario, como los espectáculos y mercados navideños. A diferencia de otras capitales europeas, hay pequeños puntos de venta repartidos por toda la zona de Lisboa. Los mercados se extienden desde Alvalade hasta Belém, pasando por Rossio. Aunque también los hay en Almada, Sintra y Cascais. Prometen entretenimiento y diversión, junto con la invitación para descubrir la artesanía nacional y para degustar delicias gastronómicas tradicionales y, por supuesto, típicas de esta época.
También son imprescindibles las actividades lúdicas dedicadas a la Navidad. Para niños y mayores hay pistas de patinaje sobre hielo artificial, trenes turísticos decorados que recorren las principales calles de Lisboa, pequeños pueblos decorados con visitas de Papá Noel, desfiles y conciertos.
Con tantas actividades, es fácil que se abra el apetito y, en Navidad, hay recetas tradicionales que no dejan a nadie indiferente. En Lisboa, el plato más consumido en Nochebuena es el «bacalhau com todos», que es un bacalao cocido con verduras y patatas de acompañamiento. La tradición ha llegado hasta nuestros días por influencia de la Iglesia Católica. Junto con las tradiciones religiosas, una de las recetas tradicionales de Lisboa es el pavo asado relleno, que se come el día de Navidad. Este plato cobró popularidad incluso antes del siglo XVI, cuando estas aves llenaban las calles y se vendían para Nochebuena.
A los platos tradicionales de temporada se suman los postres, que finalizan la comida. Coscorões, azevias, sonhos, aletria, arroz con leche, fatias douradas… Las propuestas son inmensas, aunque lo más destacado es el roscón de reyes. Con forma de corona y colores navideños gracias a las frutas cristalizadas y un sabor característico, este postre es tradicional en las mesas portuguesas.
La Navidad en Lisboa se vive, pues, con todos los sentidos.
¡Feliz navidad!