El estilo Barroco está presente en cada centímetro de este edificio del siglo XVIII, formado por una capilla forrada con talla dorada "al estilo nacional" y dos salas.

Una de las paredes laterales es un resto de la muralla medieval.

El edificio está revestido de sillares de azulejos blancos y azules, tanto en la escalinata como en su interior, con una figura "de convite", o bienvenida, en el patio de entrada y escenas cotidianas palaciegas.

El pavimento está decorado con azulejos de figuras sueltas, alternados con baldosa roja.

La sala do Despacho tiene bóveda pintada con escenas alusivas a S. Pedro Gonçalves, conocido por Cuerpo Santo, protector de los pescadores, armadores y navegantes.