Creo que conocer otros pueblos y culturas, al igual que establecer afinidades y diferencias entre la forma portuguesa de ver el mundo y las visiones de otras culturas, ha sido un patrimonio fundamental para mis creaciones. Aún así, a pesar del deslumbramiento que siento al visitar algunas ciudades, difícilmente cambiaría Lisboa por otra ciudad. Elijo la proximidad del Tajo y su desembocadura, y la magnífica vista desde el Castillo de San Jorge como motivos para definir Lisboa como una de mis ciudades favoritas.
En Belém encuentro la singularidad suprema de Lisboa. Ahí destaco uno de los más ricos e interesantes conjuntos arquitectónicos del mundo. Recuerdo la época de los descubrimientos como motivo de orgullo y motivación, pero también como territorio para investigaciones más profundadas. En mi intervención “A Jóia do Tejo”, tuve el privilegio de crear un collar a escala de la Torre de Belém, inspirada en la joyería barroca nacional, pero recorriendo a objetos náuticos, para reflejar la actual identidad nacional. Es este diálogo y confrontación lo que me interesa, principalmente en un lugar con una atmósfera ribereña tan admirable y un conjunto urbanístico y cultural tan único como Belém.
